Este 27 de enero unos amigos me invitaron a salir de la rutina de un domingo común, subimos al pico norte del cerro de la silla, lejos de lo intenso o cansado que pudo haber sido el camino, es una experiencia que además de gratificante por esa sensación de "lo logre"; te hace ver las cosas de una manera diferente, apreciar y sorprenderte de la magnificencia de la naturaleza.
Mientras subía, de manera inconsciente comencé a utilizar la respiración ujjayi, la respiración de fuego utilizada en YOGA (hablaré de ella en mi siguiente post) y estoy convencido que me ayudó bastante en la travesía.
No podía dejar la oportunidad de capturar una imagen para el #asanaproject : )
Es realmente increíble y mágico ver y darse cuenta que habitamos en el mismo planeta de tanta cosa tan bella.
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