Postura del mes...




Ahhh postura del niño, seguramente en una clase pesada te llena de felicidad cuando tu instructor dice: ahora descansa en la postura del niño. Pero no hay que restarle valor a esta postura que en realidad le suma mucho a tu práctica:

1- Es súper calmante para la mente: Al colocar la frente en el suelo se envía una señal al cerebro que le indica que todo esta bien, así que realizar esta postura es muy bueno en momentos donde tu mente está en caos.

2- Es buenísima para tu digestión: Hacer la postura con las rodillas juntas permitiendo que tu estómago descanse sobre tus piernas es una excelente manera de masajear tus órganos internos, así que llénate de aire tras cada inhalación y exhala lentamente.

3- Alarga tu espalda baja: Si pasas mucho tiempo sentado o parado con una mala postura es muy probable que la espalda baja pueda tener cierta compresión en las vértebras pues no estamos conscientes de nuestro cuerpo todo el tiempo, esto puede causarte cierto dolor, mismo que puede disminuir o desaparecer al hacer esta postura pues de inmediato y de forma natural tu espalda baja se relaja al verse descomprimida pues tu coxis y cabeza se relajan en extremos opuestos disminuyendo la compresión.
    
4- Te recuerda que descansar es bueno: Si eres de los que se exigen mucho en clase es probable que quieras saltarte este tipo de posturas, pero recuerda que en YOGA cultivamos el balance. No pasa nada si de repente descansamos, al contrario pasa mucho pues recargas baterías para realizar un mejor desempeño.

Así qué en tu práctica y en tu vida encuentra ese momento donde un descanso es justo y necesario en tu día a día para seguir dando lo mejor de ti.

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